Después de un día libre tras la dura derrota frente a Huracán, el plantel de Boca vuelve a los entrenamientos con una jornada que promete ser determinante. En el predio de Ezeiza, se espera una charla profunda entre Miguel Ángel Russo y sus dirigidos para encarar una serie de ajustes que buscan modificar el rumbo del equipo.
El DT ya había anticipado que aprovecharán los 15 días sin competencia oficial para introducir modificaciones tanto dentro como fuera de la cancha. Una de las prioridades será limar asperezas puertas adentro, luego de varios indicios de tensión en el vestuario. Uno de ellos, la polémica salida de Miguel Merentiel en el último partido, que generó revuelo entre los hinchas y motivó incluso una bandera de apoyo al delantero en la previa del entrenamiento.
A nivel futbolístico, Russo analiza realizar variantes en la defensa de cara al duelo ante Racing, partido que se vive con clima de final en la Ribera. Además, se evalúan cambios en la planificación semanal: podrían sumarse prácticas en La Bombonera, dobles turnos y entrenamientos en Casa Amarilla.
Boca se juega más que tres puntos en el próximo compromiso. Comienza una etapa de autocrítica, reestructuración y búsqueda urgente de resultados.
