Aunque la Selección Argentina ya tenía asegurado su pasaje al Mundial 2026, los últimos partidos dejaron señales que Lionel Scaloni deberá analizar con lupa. La goleada frente a Venezuela (3-0) y la caída en Ecuador (0-1) expusieron problemas que van más allá del resultado.
Uno de los puntos más sensibles aparece en los laterales. Ni Nahuel Molina ni Gonzalo Montiel ofrecieron garantías en defensa, mientras que Nicolás Tagliafico sufrió constantemente por su sector. La zaga tampoco estuvo firme: la ausencia de Cristian “Cuti” Romero y la lesión de Lisandro Martínez pesaron demasiado, y Leonardo Balerdi quedó en el ojo de la tormenta tras la jugada que derivó en la expulsión de Nicolás Otamendi.
En el medio, se sintió la falta de Thiago Almada, pieza clave en la generación de juego en los últimos compromisos. Sin él, el equipo careció de claridad en los metros finales. En cambio, Leandro Paredes reafirmó su importancia en el esquema con criterio y precisión en la salida. Otro que empieza a ganar terreno es Franco Mastantuono, quien dejó destellos interesantes con la camiseta número 10 en la espalda.
En cuanto a la capitanía, tras la roja a Otamendi el brazalete pasó por Rodrigo De Paul y terminó en manos de Emiliano Martínez, aunque todo indica que Cuti Romero se perfila como referente a futuro cuando no estén Messi ni el central del Benfica.
La delantera también dejó incógnitas. Lautaro Martínez y Julián Álvarez respondieron contra Venezuela, pero no lograron gravitar en Quito. El recambio preocupa: José Manuel López no sumó minutos y tanto Nicolás González como Giuliano Simeone tuvieron una noche discreta.
