Procesaron a Luis Fabre, un empleado del Servicio Penitenciario Federal que conseguía celulares, comida, pastillas, cigarrillos y hasta droga para dos “pesados” del penal de máxima seguridad. Usó las cuentas de Mercado Pago de su hijastra y el novio para cobrar los favores en efectivo.
Problema. “Mameluco” Villalba, un conocido preso que según el Juzgado Federal de Rawson, siguió comerciando droga desde la cárcel.
Problema. “Mameluco” Villalba, un conocido preso que según el Juzgado Federal de Rawson, siguió comerciando droga desde la cárcel.
Le decían “Fiat” y conseguía lo que fuera para los presos más pesados de la Unidad-6 de Rawson. Pero no era familiar ni amigo: era un penitenciario ahora procesado por facilitar a los internos elementos de todo tipo que sirvieron incluso para que varios narcos presos pudieran seguir vendiendo droga incluso tras las rejas.
Luis Mauricio Fabre, “Fiat” en cuestión, aprovechó su trabajo como encargado del puesto de control externo para suministrar objetos a varios internos en la Casa de Pre Egreso. Muchos así siguieron delinquiendo desde su detención.
También les anticipaba las requisas para que los presos pudieran ocultar o deshacerse de lo comprometedor.
Los presos que más pedidos le hacían vía WhatsApp eran Miguel Ángel “Mameluco” Villalba y Hernán Sebastián Peña: celulares, chip, alimentos, gaseosas, cervezas, pastillas, cigarrillos, medicamentos, y estupefacientes.
Una intensa pesquisa del fiscal federal Fernando Gélvez detectó que a cambio de su ayuda, a Fabre le transferían dinero a cuentas de Mercado Pago de Cecilia Nazarena Núñez -hija de su pareja María del Sol- y de Dylan Peña, pareja de Cecilia. Todos viven en Rawson.
El caso es apenas una punta del ovillo y refleja la profunda preocupación en la Justicia Federal de Rawson por la circulación de estupefacientes en una cárcel de alta seguridad, imposible sin la complicidad de empleados del Servicio Penitenciario Federal.
La plata la transfirieran conocidos de los presos, que están libres. Por ejemplo, se detectó el nombre de Nahuel Pellati, con domicilio en San Martín, provincia de Buenos Aires. En las villas de ese partido, “Mameluco” Villalba habría montado un grupo criminal narco. Gracias a Fabre, Villalba siguió controlando las ventas de cocaína y marihuana desde el penal de máxima seguridad. Le mandaban fotos de las recaudaciones y daba las órdenes.
La droga que “Fiat” aportaba también era para consumo y venta dentro de la U-6. Además de usar seudónimo, según la Fiscalía Federal, Fabre cambiaba seguido de celular y usaba a otros para las entregas.
Según la imputación, incluida en el procesamiento, el agente habría participado en la comercialización de cocaína y marihuana en Rawson, y reclamaba una línea directa con Núñez y Villalba.
En el allanamiento a la vivienda de Fabre se secuestraron 4 celulares, cocaína compactada y en polvo, pastillas rosadas trituradas, chips, 1 balanza de precisión, marihuana prensada y 100 balas.
El origen
El caso comenzó en octubre de 2021 con el secuestro de un celular en la cocina de la Casa de Preegreso. En diciembre hallaron teléfonos debajo del termotanque de la cocina del Salón de Usos Múltiples de la Casa, y en las celdas de Villalba y Núñez.
Se hallaron mensajes así: “Soy Fiat, ¿hacen el pedido o no?” con la respuesta: “Sí, mañana hacemos el pedido y el giro, ¿me lo podes hacer el sábado? Vamos a cambiar el día”. Fabre respondía: “Joya, mejor el sábado para los manda fruta y de paso te llevo chip nuevo así cambias éste, ¿dale? Decime si es Claro o Movistar (…) Si es bueno tu precio del paraguayo y lo otro. Tengo clientes, eso sí que no se sepa nadie y menos el tano. Ojo…”, en clara alusión a drogas.
En otro intercambio, el preso Núñez tenía problemas para pagarle al penitenciario: “No se pudo a esa cuenta pero la vas a tener seguro. No me dejes morir”. Fabre contestaba: “Jamás fallo, vos me dejás morir, yo necesitaba diez de yerba y ni los precios me pasaste, pero yo no te voy a fallar, va a ser un toque más tarde pero te llevo todo”. Luego pasaba un número de cuenta de Dylan Peña: “Si depositan no se puede, si transfieren sí se puede y si no, mañana en un banco a la cuenta de Naza”.
En los celulares había fotos de anotaciones, mensajes encriptados, plata y paquetes prensados. Y hasta un video de un recipiente con cocaína, y una mano con una cuchara que la toma y la pesa en una balanza.
En su pesquisa preliminar, la Policía Federal sospechaba que “Fiat” era un expresidiario y de ahí la confianza con los presos. No imaginaban que era un penitenciario.
Cuando el Banco Chubut levantó el secreto bancario se descubrió que Nazarena Núñez había recibido una transferencia de $ 30 mil de un tal Nahuel Pellati, del partido de San Martín, provincia de Buenos Aires; otra de $ 1.070.000 de Fabre y ese mismo día Núñez transfirió $ 1.050.000 a la cuenta del ciudadano paraguayo Enrique David Román Sanabria, barrio Ricciardelli (Villa 1.11.14) de Flores, en CABA. Además, a la cuenta de Peña llegaron $ 120.000 de Daniel Contagiani, provincia de Buenos Aires.
Más audios de los celulares cerraron el círculo:
-Núñez: Capo ¿todo bien? Escúchame, estamos esperando acá en el depósito y te hago el pedido para acá ¿dale? Cualquier cosa estamos hablando, ahora estamos haciendo la lista con el Tío …
–Fabre: ¿Cómo está la movida allá? Acá ya está todo listo…Avísame y salen para allá…
-Núñez: Tu gente no tiene pinta de penitenciario, tiene pinta de preso que rocho de acá de la cárcel.
Escuchame una cosa, en la lista yo puse dos pan dulce, no vinieron, no lo compraron eso, me estaba diciendo Mame que quería comer pan dulce y que no tiene, ahora no sé qué le digo al Tío viste, se la está agarrando conmigo boludo, mandale un mensaje vos al de él, no sé qué onda, arreglatela con él.
–Fabre: Ya le mandé, tanto miedo vas a tener gato de mierda, escúchame fíjate que en esa bolsa no entraba más nada amigo, eran tres bolsas meta, meta y mete cosa no entraba más, eso lo metieron en otra bolsa negra, eh…fíjate no vaya a ser que tiraron ahí al ladito y no te diste cuenta eh…Ahí me confirmó que son una bolsa inmensa grande y la otra chica, debe estar ahí tirada amigo, anda y mové el culo y encontralo
–Núñez: ¿Miedo a qué boludo? Al Tío no, pero vos lo tenés que tener acá que te esté diciendo ´Che loco qué onda con esto, con esto, con esto´, ¿me entendé?, báncatelo vos, ahora te lo paso a vos, que te lo banques, ahora me voy a ir fijar.
Para defenderse, Fabre declaró que había sido asignado al puesto próximo a la Casa de Preegreso y que facilitó medicamentos a los internos. Explicó que “Mameluco” Villalba le había exigido algún número de cuenta para recibir o enviar dinero: le facilitó la cuenta de su hijastra Nazarena una sola vez porque lo amenazó con hacerle daño a su familia. A ella no le dijo nada para protegerla. La droga en su domicilio -argumentó- era de consumo personal para soportar los dolores de espalda que sufre: cocaína y marihuana.
Pero según el procesamiento del juez Gustavo Lleral, “los diálogos obtenidos, la asiduidad del trato con Núñez y Villegas, el tenor y tono dan cuenta de conductas o procederes reiterados en el tiempo y obedientes de un mismo modus operandi”.
Las importantes sumas transferidas “son claras evidencias de que las transacciones de Fabre con los internos no era sólo por víveres o enseres comunes sino que incluso estaba relacionado con la probable entrega de drogas”.
Aunque su pareja Del Sol, Núñez y Peña quisieron desvincularse, sin sus cuentas “Fiat” no hubiese podido operar. “Es imposible hipotetizar que Núñez y Peña no conocieran el dinero ingresado y transferido y no les llamara la atención los montos y destinatarios. A no ser que, ajeno a toda lógica, le facilitaran sus cuentas para que Fabre hiciera y deshiciera a su libre antojo, totalmente despreocupados de las consecuencias”.
En cuanto a su pareja María, “es extraño que justo no sabía cuál era el accionar delictivo que ejecutaba, ni el porqué del manejo no sólo de la cuenta de su hija, sino también de la pareja de ésta, como tampoco de la gran cantidad de dinero que ingresaba”.
Para el Juzgado Federal, los tres sabían lo que “Fiat” hacía y lo ayudaron.
Fabre fue procesado por incumplimiento de los deberes de funcionario público y comercio de estupefacientes triplemente agravado por su condición de funcionario público, por su lugar de comisión y la participación de tres o más personas. Fue embargado en $ 5.000.000. También fueron procesados como partícipes primarios Peña, Núñez y Del Sol. Cada uno fue embargado en $ 3.000.000.#
Por Rolando Tobárez/Diario Jornada