Actualmente están desarrollándose actividades en Epuyén, El Hoyo y Lago Puelo. El esquema de trabajo delineado con anterioridad incluye -en un corto período de tiempo- la ampliación hacia Esquel y Trevelin.
A través de la Secretaría de Bosques, el Gobierno de la Provincia promueve el programa de silvicultura preventiva que apunta a un adecuado manejo de la vegetación y a la consecuente reducción de riesgo y peligro de incendios en zonas de interfase.
La cartera de Bosques chubutense y el CIEFAP (Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico) llevan adelante desde el pasado año el programa provincial de silvicultura preventiva con aplicación en diferentes localidades de la cordillera.
Es preciso señalar a su vez que esta iniciativa fue creada en el transcurso del 2022 y contempla la ejecución de diversas acciones previas que acondicionen la masa forestal para hacerla más resistente al desarrollo y a la propagación de un incendio.
Por medio del presente programa de silvicultura preventiva, la Provincia y el CIEFAP avanzan a paso firme en el manejo de la vegetación en zonas consideradas de alta peligrosidad de siniestros ígneos, convirtiendo a éstas en áreas más seguras.
Desde la Secretaría de Bosques informaron que actualmente están desarrollándose actividades en Epuyén, El Hoyo y Lago Puelo. El esquema de trabajo delineado con anterioridad incluye -en un corto período de tiempo- la ampliación hacia Esquel y Trevelin.
En esta fase inicial se destinaron alrededor de 7 millones de pesos a tareas de campo y a la generación de información técnica que favorezca la toma decisiones. Interviene personal de la Secretaría, contando con la colaboración de las Brigadas de Incendios.
Estos trabajos en terreno se llevan adelante, asimismo, con equipamiento aportado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a través del SNMF, entre ellos un camión volcador y una máquina chipeadora.
El comportamiento de un incendio está determinado por tres factores: los combustibles, las condiciones del tiempo atmosférico (viento, temperatura, humedad relativa del aire) y las condiciones topográficas (forma e inclinación del terreno).
De los componentes mencionados, los combustibles vegetales constituyen el único que puede ser manipulado tanto en el combate de incendios como en la aplicación de medidas preventivas, y en este caso, mediante técnicas de silvicultura.
Este programa provincial tiene entre sus objetivos reconocer aquellos sitios que impliquen un alto grado de riesgo y peligro de incendios en las interfases de toda la jurisdicción y realizar actividades concretas en territorio tendientes a la disminución y mitigación del impacto de un posible incendio.