Cada 17 de noviembre se conmemora en Argentina el Día de la Militancia Peronista, una fecha que recuerda el regreso de Juan Domingo Perón al país luego de un largo exilio impuesto tras el golpe de Estado. Aquel histórico retorno ocurrió en 1972, marcando un hito para el movimiento justicialista y simbolizando la persistencia de una militancia que mantuvo viva la resistencia durante más de 17 años de proscripción.
El camino de Perón para regresar a la Argentina no fue sencillo. A lo largo de la década de 1960 se registraron múltiples intentos frustrados, entre ellos el operativo de 1965, cuando su avión fue interceptado en Brasil y obligado a volver a Europa. Ese episodio llevó a muchos a creer que el líder político más influyente de Latinoamérica no podría regresar nunca más. Sin embargo, la militancia continuó activa, con pintadas, reuniones y la consigna «Luche y vuelve», aun en los años más duros atravesados por la censura y la represión.
Con Perón exiliado y el peronismo proscripto, militar la causa justicialista implicaba riesgos extremos, desde persecuciones hasta detenciones y torturas por parte de las fuerzas armadas y de seguridad. A pesar de ello, el movimiento resistió durante los distintos gobiernos de facto y los períodos democráticos condicionados.
El deterioro del régimen militar encabezado por Agustín Lanusse abrió finalmente el camino para el diálogo con Perón, entendiendo que solo su figura podía contener a los sectores más radicalizados y encauzar la situación política del país. Aquella jornada del 17 de noviembre de 1972 quedó registrada como un símbolo del regreso de la democracia, la unidad y la fuerza de la militancia argentina