En la Península se atraviesa una temporada histórica de avistajes. En el Golfo Nuevo ya se contabilizan más de dos mil ballenas francas australes, un número que marca un récord absoluto para la región y que supera ampliamente los registros de años anteriores.
La imponente presencia de ejemplares puede disfrutarse tanto en las excursiones embarcadas como desde distintos puntos de la costa, donde vecinos y turistas se acercan a presenciar el espectáculo natural.
Este fenómeno consolida a la ciudad como capital nacional del avistaje de ballenas y fortalece la llegada de visitantes de todo el país y del extranjero, con un fuerte impacto positivo en la hotelería, la gastronomía y el comercio local.
