El 26 de julio de 1952, a las 20:25 hs, María Eva Duarte, la mujer a la que el pueblo llamaba Evita, dejaba este mundo y pasaba a la inmortalidad. Un largo y extenso velatorio se desarrolló durante las semanas siguientes. Filas de hombres y mujeres que parecían no tener fin se agolpaban en la Confederación General del Trabajo.
Recordamos la lucha y el ejemplo que dejó en sus descamisados, a 71 años del paso a la inmortalidad de una de las figuras más importantes de la historia universal.