El Gobierno del Chubut conmemoró el 51º Aniversario de la Masacre de Trelew

En un sentido acto, con la presencia del gobernador Arcioni y familiares, se recordó a las víctimas de aquel trágico 22 de agosto de 1972 y se reivindicó la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

El gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, participó este martes del acto conmemorativo por el 51º Aniversario de la Masacre de Trelew el Centro Cultural por la Memoria, junto a familiares de los fusilados aquel 22 de agosto de 1972 en la Base Aeronaval Marcos Almirante Zar.

Junto al mandatario provincial participaron el ministro de Gobierno y Justicia, Cristian Ayala; los subsecretarios de Derechos Humanos, Mario Cugura; de Cultura, Carla Olivet; de Coordinación Financiera, Julián Galende; de Gobierno, Oscar Ríos; de Programas de Salud, Valeria Nazar; y de Gestión Institucional, Omar Melgarejo; el secretario de Gestión Pública y Modernización del Estado, Sergio de Cicco; el presidente del Concejo Deliberante de Trelew, Ignacio Aguilar; el titular de la APPM, Enrique Calvo; la representante de la Asociación de Familiares de la Masacre de Trelew, Silvia Pecci, junto a familiares de las víctimas, concejales de Trelew, agrupaciones políticas e invitados especiales.

Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, se procedió a la lectura conmemorativa por el 40º Aniversario de la Restauración de la Democracia y 51° Aniversario de la Masacre de Trelew. Además, se proyectó un corto realizado por el Archivo Provincial de la Memoria.

“Seguir luchando por estos derechos adquiridos”

El subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia, Mario Cugura manifestó en su discurso que “estamos en un momento crucial, donde está en juego parte de los derechos humanos, donde cada uno debe dar pelea, estar a la altura de las circunstancias en este caso, por los ideales de nuestros 30.000, que es lo que yo creo y por lo que estoy convencido, por cada compañero y compañero que dejó su vida en este lugar, por el sueño de una patria libre, justa y soberana”.

“Tenemos que seguir luchando por estos derechos adquiridos para cada niña, niño, mujeres, jubilados, colectivos de comunidades LGBT, hay que levantarse, sacudirse las pilchas y sacarnos el miedo. En este momento tenemos que ver la parte positiva, que somos hijos de las madres, hijos de las abuelas, de los soldados de Malvinas, de los 30.000 y de la generación diezmada que nos sacaron. Entonces yo creo que sobreviviremos nuevamente porque nosotros estamos curtidos”, indicó Cugura.

Renovar compromisos

Hilda Bonardi de Toschi, viuda de Humberto Toschi, habló en representación de los familiares de las víctimas y señaló que este 2023 “se juntan los 51 años de la Masacre de Trelew, los 40 años de democracia, los 20 años del reinicio de los juicios de lesa humanidad, los 11 años de la declaración de crimen de lesa humanidad de la Masacre, y a un año de haber conseguido que en Estados Unidos se lo condenara al único genocida que aún nos falta traer”.

Desde el ex Aeropuerto de Trelew, Bonardi sostuvo que “volver a encontrarnos acá renueva el compromiso que tenemos desde hace años. Estamos viviendo momentos muy duros para los que somos familiares u organismos de Derechos Humanos, una profunda ola negacionista que nos quiere envolver en ese pozo de sombras y hacernos perder la memoria. Tenemos que renovar ese compromiso y multiplicarlo para siempre”.

Por otra parte, destacó el aporte del Ministerio de Salud de la Nación que “nos hizo llegar tres planes Qunita que se van a incorporar a este ajuar que se entregará al primer niño o niña que nazca en Trelew, Rawson y en Puerto Madryn”.

Construir una sociedad distinta

A su turno, Miguel Santucho, hermano del ‘nieto 133’, reconoció que “es muy lindo poder compartir junto con tantos compañeros y compañeras, después de tantos años de recorrido juntos, de búsqueda. Veo muchas caras conocidas, muchos compañeros con los cuales hemos transitado el camino contra la impunidad para primero reivindicar la lucha de nuestros viejos y de toda una generación, de los 30.000, y luego para construir memoria verdad y justicia, y lograr que todos esos niños y niñas que fueron víctimas del plan sistemático de apropiación por motivos políticos que llevó adelante la dictadura, puedan volver a sus casas”.

Santucho además dedicó unas palabras sobre la situación que atraviesa actualmente su familia: “Tengo la suerte de que mi hermano buscó y encontró el camino gracias a la luz que las Abuelas de Plaza de Mayo pudieron encender y que entre todos y todas mantenemos viva y fuerte. Ese abrazo que me pude dar con él, ese abrazo compartido, ese abrazo que yo soñé tanto y que él sin saber logró que se tramara es muy sanador para nosotros”.

“La familia Santucho tiene mucho que ver con los que estamos hoy acá recordando, con Ana María Villarreal, la madre de mis primas y que nos permitió encontrar y recuperar uno de esos desaparecidos, pero esta vez con vida”, señaló Miguel, recordando que “son muchos los que faltan todavía y es una tarea que tenemos que llevar adelante entre todos y todas a pesar del contexto”.

Para finalizar, remarcó que “volver a esos valores, a esa construcción colectiva, con amor por el bien común que representan las Abuelas y todos los que hoy seguimos su legado tiene que ver con construir una sociedad distinta, donde los seres dignos puedan acompañar y sentirse parte. Estos compañeros nos dieron ejemplo de unidad en la lucha. Nos dieron el ejemplo de que, inclusive entre la diversidad ideológica, se puede encontrar el camino común porque el enemigo es uno y es fuerte. Hoy tenemos ese desafío como sociedad de recuperar estos valores, de recuperar esta historia y de seguir adelante sin miedo”.

“Tenemos la obligación moral de no olvidar”

En tanto, Germán Camps, señaló que “el 22 de agosto del ‘72 fue un día terrible para mí, tenía 10 años cuando sufrimos la Masacre. Vinimos para acá, mi padre, mi hermana y mi madre. Él no nos dejaba nunca solos, ni a mí, a menos que nos pasara algo. Fue un día terrible para mí y fue un día terrible también para nuestro país, porque como dijo Hilda, sin ninguna duda, fue el comienzo del genocidio”.

Camps valoró que además “fue el día del comienzo de nuestra lucha, de todos aquellos que se comprometieron con mantener vivo el recuerdo y con intentar darnos un poco de justicia, cosa que tardó mucho tiempo. Pero que se logró y estoy muy satisfecho con eso”.

“Quiero agradecer también a todos los que me han recibido siempre cuando vine a Trelew, cuando estuve en Rawson, cuando era chico en el penal que también me atendieron, las familias que nos esperaban afuera con mucho cariño, con mucha cordialidad, los compañeros y compañeras de esa época. Y tengo un poco de desazón y que se las transmito porque la lucha, aunque parezca que esto sucedió hace mucho tiempo, la lucha todavía sigue y hay muchísimas cosas por hacer”, remarcó.

En ese contexto, indicó que “la sociedad argentina tiene una capacidad de negacionismo automático sobre muchos hechos y es nuestra obligación que esto no sea así. Es nuestra obligación que esto se sepa, que nuestros hijos lo sepan, que nuestros jóvenes lo sepan, es nuestra obligación, esa es nuestra lucha. Nosotros tenemos la obligación moral de no olvidar, porque tenemos la obligación moral de no perdonar jamás estas cosas”.

Agenda

Culminado el acto, se hizo entrega por parte de Lotería del Chubut de dos PC, dos impresoras, dos notebooks, una fotocopiadora y un proyector para el Archivo Provincial de la Memoria.

Seguidamente, se proyectó el documental “Y lo fuimos a buscar” que aborda el juicio realizado en Florida al genocida que reside en Estados Unidos, Roberto Bravo. La actividad estará a cargo de la actividad los abogados y familiares de la Masacre de Trelew.

Posteriormente, las autoridades se trasladaron a la Base Aeronaval Marcos Almirante Zar, a realizar una entrega floral al actual espacio de memoria donde ocurrieron los fusilamientos el 22 de agosto de 1972.