El titular del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, Rodolfo García, se refirió al fenómeno que estremeció a los sanjuaninos
Fuerte y largo, de ese modo se sintió el temblor que este domingo 20 de octubre en la tarde noche hizo estremecer a San Juan. Sin embargo, más allá de la considerable Magnitud del evento, hubo dos características que lo diferenciaron del último terremoto ocurrido en San Juan, ocurrido el 18 de enero de 2021, y que hicieron que esta vez no se registraran daños en las construcciones; según analizaron desde el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres)
“Más allá de la Magnitud del episodio de este 20 de octubre, que fue de 5,8, una Magnitud interesante; el lugar en el que se ubicó el epicentro y la profundidad fueron clave para que el sismo no tuviera consecuencias sobre las cosas ni las personas. Eso, a diferencia del ocurrido en 2021, cuya Magnitud fue un poco más elevada –de 6,4- y que generó derrumbes en construcciones precarias y grietas en algunas sismorresistentes”, comentó Rodolfo García titular del Inpres.
Y detalló, “lo importante en este caso, es que el sismo se registró lejos de los centros poblados y a una profundidad importante. Estos dos factores hacen que la energía se disipe y que llegue con menor intensidad en espacios en los que es percibido
