La inminente partida de Maximiliano Salas a River encendió la mecha en Avellaneda. Durante la noche del lunes, aparecieron pasacalles alrededor del estadio de Racing con duras críticas tanto hacia la dirigencia y el plantel como hacia Marcelo Gallardo, señalado como el principal responsable de haber convencido al delantero.
Uno de los mensajes más llamativos fue dirigido directamente al entrenador millonario: “Ya lo dijo tu gente Gallardo, ortiva y golpista”, haciendo eco de viejos conflictos del técnico con la barra de River, en un intento por desacreditarlo desde lo simbólico.
Otro cartel, más general, apuntó al plantel y a la comisión directiva de Racing: “Jugadores y CD, no todo es $$, vayan por la gloria”, en clara alusión a la salida del atacante, quien estaba a punto de renovar su contrato pero ahora parece tener todo listo para mudarse a Núñez.
El traspaso, que se daría mediante el pago de la cláusula de rescisión (algo poco habitual entre clubes grandes del país), genera malestar en el mundo Racing. La dirigencia, liderada por Diego Milito, esperaba que se respetara el tácito acuerdo de no ejecutar cláusulas entre pares del fútbol argentino.
Aunque todavía queda una mínima esperanza de que Salas revierta su decisión, la realidad es que el pase está muy avanzado. En Racing, mientras tanto, la bronca ya está en la calle.
